GRATIS nuestra GUÍA DE CUIDADOS BÁSICOS del cachorro de Labrador
Los problemas de miedo en los perros constituyen uno de los motivos de preocupación más habituales de las familias. Según diversos estudios, aproximadamente un 40% de las familias observan en algún momento de la vida de su perro reacciones de miedo ante distintos estímulos.
El miedo es una respuesta adaptativa que mueve al individuo a separarse o protegerse de un estímulo nocivo o peligroso, aumentando así las posibilidades de supervivencia. Por lo tanto es una respuesta natural y normal que presentan todos los animales, incluido el hombre.
Sin embargo si la reacción de miedo es muy exagerada o desproporcionada al estímulo que la desencadena, no se habla de miedo sino de fobia.
El miedo es una respuesta adaptativa para la supervivencia. No obstante los problemas surgen cuando la reacción de miedo es exagerada y desproporcionada.
De forma general, la manifestación de miedo ante otros individuos (personas y perros) o hacia los entornos urbanos tiene una alta variabilidad. Algunos perros reaccionan con miedo sólo ante un tipo de individuo o ante una situación en particular, mientras que en otros la reacción se produce ante cualquier estímulo general de la calle.
Normalmente, este tipo de problemas está provocado por una falta de socialización y habituación (ver Artículo sobre Socialización del cachorro) o por el sufrimiento de experiencias especialmente traumáticas. En algunos perros existe una cierta predisposición individual o efecto de la herencia genética que pueden contribuir al desarrollo del problema.
En casos más extremos, serios y dramáticos no encontramos con un problema conocido como "Síndrome de Privación Sensorial". Se refiere a una patología de la conducta provocada por una falta de estimulación sensorial del cachorro durante las primeras fases de su desarrollo. Los animales con este problema de comportamiento suelen reaccionar con miedo, incluso pánico no solo ante el contacto con otros perros y personas, sino también ante cualquier otro estímulo ambiental especialmente estímulos típicos urbanos (tráfico, multitudes, aglomeraciones, obras...).
El Síndrome de Privación sensorial se da por una falta de socialización y habituación
Se da en perros que han permanecidos aislados en jaulas, habitaciones en entornos rurales despoblados o rehalas de perros
El Síndrome de Privación Sensorial se observa principalmente en cachorros adquiridos o adoptados a partir de una cierta edad, normalmente después de hacer acabado el periodo de socialización (12 semanas de vida) o adultos que han permanecidos aislados en jaulas, habitaciones o retículos en entornos rurales despoblados o en rehalas de perros. Esta situación se manifiesta cuando el perro se incorpora a la vida familiar en un ambiente urbano.
Los perros que no han recibido una estimulación sensorial adecuada cuando son cachorros en su etapa de socialización (3ª a 12ª semana de vida) pueden manifestar el Síndrome de Privación Sensorial en su edad adulta, especialmente cuando se les expone a situaciones multiestimulares como la vida urbana.
Además, los cachorros que padecen una enfermedad grave durante las primeras semanas o meses después de su adquisición presentan un riesgo elevado de sufrir déficits de socialización y habituación por el aislamiento médico al que son sometidos.
Un animal que por desgracia sufre del Síndrome de privación sensorial, no suele tolerar salir de paseo especialmente en los momentos de más bullicio. Esto es mas acusado en grandes ciudades donde el ruido de los coches, las multitudes, excesivas luces y sonidos ponen al animal especialmente nervioso. Si tolera salir, durante el paseo mantendrá una postura de miedo, reticencia, no explorará ni olfateará el entorno.
Dentro de la casa, los animales con Síndrome de privación sensorial suelen escoger un lugar del que no se mueven cuando la familia está presente. Además no suelen comer ni jugar en su presencia, y harán sus necesidades en casa debido a las dificultades que tienen para hacerlas en la calle con tranquilidad.
Con otros individuos y situaciones mostrará reticencia y grandes dificultades para habituarse al contacto a pesar de las repetidas experiencias. En cuanto al lenguaje corporal, mostrará posturas de desconfianza, especialmente cuando se relacione con personas, animales u objetos nuevos.
No obstante, si se le lleva a un entorno rural o con muy poca estimulación, su conducta se tornará normativa.
Su lenguaje corporal será desconfiado, agazapado y con las orejas hacia atrás
Los cachorros que padecen una enfermedad grave durante el periodo de socialización son más propensos a padecer el Síndrome de Privación Sensorial