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La infección de este parásito se realiza mediante el contacto con otro perros, gatos o ambientes en los que pueda haber larvas, como por ejemplo en la alfombra, el parqué etc. Las pulgas ponen sus huevos en el huésped y de ahí caen al suelo contagiando el ambiente exterior en el que se desarrollan sus futuras víctimas. Este parásito absorbe la sangre e irrita la piel, provocando daños locales y picor intenso que se manifiesta con el rascado del animal. En algunos perros que tienen alergia a estos parásitos, basta con unos pocos ejemplares para provocar auténticas reacciones, y además pueden transmitir otras enfermedades como la tenia. En el ser humano no tienen mucho peligro, debido a que nos utilizan como huésped ocasional y difícilmente somos mordidos por las pulgas del perro.
Para paliar la infestación de pulgas debemos inspeccionar periódicamente el pelo del perro, especialmente en aquellas zonas donde se suelen localizar estos parásitos, como suele ser detrás de las orejas, en la barriga o entre los dedos de los pies. Podremos observar la presencia de pequeños grumos de sangre, muchos puntitos negros que corresponden con los huevos del parásito o incluso una veloz pulga atravesando el pelo del animal. Utilizaremos productos antiparasitarios preferentemente aquellos que se rocían sobre el pelo o polvos, realizando un tratamiento en intervalos regulares según las recomendaciones del producto. También existen productos para tratar estos parásitos por vía oral, que obtienen unos buenos resultados. Más comúnmente conocemos los collares antipulgas, pero estos NO deben utilizarse en cachorros o cuando hay niños en casa.
Este parásito está muy repartido y presente en el ambiente, especialmente por su condición zoonótica (transmisible al ser humano). Lo pueden tener además los gatos, los roedores, herbívoros etc. Los factores climáticos condicionan muchísimo la presencia de la garrapata en el ambiente, especialmente debido a que sus huevos y garrapatas jóvenes necesitan una elevada humedad para su crecimiento y desarrollo correcto. En España, se concentran principalmente en las estaciones de más humedad como son la primavera y el otoño.
En la especie existe un profundo dimorfismo sexual, el macho es notablemente más pequeño que la hembra y sólo puede ingerir una pequeña cantidad de sangre. La hembra tiene una gran capacidad reproductiva, pudiendo depositar de 1.000 a 15.000 huevos de color rosa pardo, con un tamaño aproximado de 0,5 mm, muriendo posteriormente. Una presencia masiva de garrapatas puede debilitar al perro debido a la gran cantidad de sustracción de sangre, pero no por esto es por lo que este parásito engendra tanto peligro. La garrapata es el principal transmisor de enfermedades como la piroplasmosis o babesiosis que pueden resultar letales en el perro entre otras.
Las garrapatas también pueden alimentarse del hombre y transmitirle enfermedades, pero esto suele ocurrir cuando el perro no está presente puesto que dados a preferir eligen al peludo antes que a nosotros. Por lo tanto es conveniente inspeccionar periódicamente a nuestro perro en busca de estos parásitos, especialmente en las zonas donde más les gusta insertarse como en las orejas buscando pacientemente entre los pliegues de la misma, en el abdomen, en las axilas o entre los dedos de las patas. Se pueden utilizar varios productos antiparasitarios como el spray, las pipetas o el collar.
NO debemos extirpar la garrapata tirando de ella, puesto que esta se encuentra fuertemente fijada dentro de la piel y podría romperse dejando la cabeza dentro del animal. Como remedio casero de urgencia, recomendamos empapar al parásito con vinagre durante unos minutos (suelen tardar en soltarse) y esperar a que este se libere, entonces es cuando pasamos a retirarlo con suavidad asegurándonos de que se encuentra completamente fuera del cuerpo del perro.
Pipetas
Spray