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Para definir el estándar de la raza del Labrador Retriever, nos intentamos acercar a un prototipo de perro que corresponda con el ejemplar ideal según las características que más desee el criador.
Cualidades del Labrador son muchas y debiendo ser explotadas, algunas personas han valorado algunas en detrimento de otras, por ello se definió un estándar como guía que unificase la cría, desarrollo de la raza y permitiera a los criadores establecer una base para sus programas de reproducción.
Cumple a su vez una importante función de salvaguarda de la morfología de la raza, identificándola y distinguiéndola de las demás.
El Labrador Retriever como perro de caza y trabajo que es, necesita unas características físicas y cognitivas que lo hagan un perro de constitución fuerte, pero ágil. El gusto por la constancia en el trabajo de la búsqueda de la presa en cualquier condición climatológica y terrenal, ya sea en agua o entre zarzales permite un cobro acertado. Estos perros están hechos para sentirse útiles, y tanto es así que muchos de ellos necesitan una constante estimulación mental para apaciguar sus ansias de complacer.
Poseen un cuello bastante desarrollado, con una musculatura fuerte unido a un cuerpo robusto. Están especialmente dedicados para la caza de aves acuáticas ya sea ánades u ocas, animales de tamaño que requieren una destreza y energía para su cobro. Considerados amantes del agua y persistentes en el cobro, disfrutan de ella gracias a su pelo corto aceitoso que le impide mojarse la piel, confiriéndoles buena capacidad de resistencia a aguas heladas.
Su antecesor el perro de Saint Johns mantenía el mismo tipo de pelo corto de doble capa, lo que le daba una gran ventaja frente a su compañero el "Terranova mayor" de pelaje más largo. Ello fue lo que le convirtió en el perro favorito en las regiones del norte de Canadá como asistente en la pesca. No fue hasta más tarde en Gran Bretaña cuando al consolidarse la raza se distinguió también en la caza.
Puedes conocer la historia de la raza en Historia del Labrador Retriever ◀
La forma en la que el Labrador se mueve está muy relacionada con la función para la que fue seleccionado, especialmente su tronco. La conformación de la caja torácica tiene una complexión distinta a la de otras razas: las costillas se separan de la espina dorsal de forma gradual con forma de "barril" dándole la apariencia de estar "gordito".
Sin embargo gracias a ello mejora su flotabilidad y estabilidad en el agua que junto con el resto de atributos le confiere una buena destreza como nadador. Aunque un Labrador más ancho se opondría demasiado al viento y al agua, cosa que no se desea.
Otra característica fundamental es su espalda, que debe ser ligeramente más estrecha que sus patas posteriores para atravesar mejor el agua (simulando el pico de un triángulo que va ensanchando hasta llegar a la base). Las patas han de ser ágiles para servirle en el nado. El cuello y la espalda deben tener una estructura fuerte y robusta que le asiste en el cobro de la pieza (que puede llevar a pesar bastante). El labrador agarra la presa por la parte posterior o lateral y lo levanta diagonalmente (nunca tirando hacia arriba como una pala). Los músculos de la parte posterior deben tener un porte fuerte con una óptima musculatura.
La línea superior dorsal (espalda) debe ser recta y no inclinada hacia la cola. Se ha de cuidar la angulación de la espalda y las patas anteriores para que actúen correctamente como muelles y amortiguadores de saltos, elevación y transporte de presas. La paletilla debe ser larga y estar insertada hacia atrás, mientras que el húmero debe formar un ángulo recto con esta. Gracias a la angulación el perro lleva el peso con la espalda sin cargar en la boca o el cuello.
El pie debe estar adaptado para utilizarse en múltiples superficies, ya sea barro, nieve, hielo o hierba y además preparado para asistir en el nada. Para ello se abre haciendo la vez de aleta permitiendo un mejor desplazamiento en el agua. La selección de la forma del pie es esencial y está bien recogida en el estándar.
Por otro lado, la cola debe ser gruesa partiendo de la raíz adelgazando poco a poco hasta llegar a la punta, pero manteniendo un pelo muy denso especialmente en las partes medias de la misma. Esta es la conformación típica de "la cola de nutria" característica del Labrador. Esta deberá tener una forma recta con una angulación respecto a la línea dorsal de aproximadamente un poco más de 180 º (lo deseable) en la pose, pero nunca podrá tomar la forma de un rizo en la punta ya que esta no podríamos considerarla típica.
El manto del labrador debe tener una doble capa de pelo denso para soportar aguas frías, por ello el pelo debe ser duro al tacto, con una capa de subpelo que le protege de las aguas heladas y le confiere ese aspecto rollizo típico del Labrador.
La cabeza debe tener unas dimensiones no precisamente pequeñas, será majestuosa y generosa aportando un gran hueso. Se deben evitar ante todo las formas estrechas de la cabeza y especialmente del hocico. Este deberá ser ancho, con labios muy llenos con apariencia de redondez sin picos ni sobresaltos en la trufa. El stop debe estar bien pronunciado acentuando pues la generosidad de la cabeza, mejorando la percepción de la forma del cráneo.
Las líneas que acompañan al hocico y la cabeza (ejes craneofaciales) deben ser paralelos entre ellos. Además la longitud de la cabeza debe tener un equilibrio en conjunto, sin ser demasiado corta o demasiado larga.
El nado del Labrador se beneficia de la forma de la cabeza del estándar, en el agua casi desaparece sin percatar a la presa de su presencia, moviéndose con calma y sin demasiados aspavientos, es pues una raza bastante sosegada incluso en el momento de trabajar. Ello le permite cobrar sin asustar a los otros animales de alrededor, luciendo limpio y tranquilo. Comportamientos diferentes pueden denotar cruces con otros perros de caza que tienen un estilo diferente a la hora de nadar o cobrar la pieza.
La estatura del estándar se ha definido también como un ideal. En América se ha tendido a producir perros demasiado grandes que se alejan del estándar, dado que debe haber una proporción entre las diversas partes anatómicas del perro de manera que la apariencia resulte equilibrada y armoniosa